La dieta cetogénica o keto ayuda a perder peso de forma rápida y eficaz, debido a que el organismo entra en estado de cetosis. Esto significa que, ante la falta de hidratos de carbono, el hígado comienza a usar la grasa ingerida para producir cetonas. No obstante, no se trata de un régimen a largo plazo, sino que debe mantenerse durante solo unas pocas semanas para comenzar a adelgazar y dar paso a unos hábitos alimenticios más saludables.
Cosas que hay que saber sobre la dieta cetogénica
Este tipo de dieta nació como un tratamiento a la epilepsia en 1921. En la actualidad, se ha extendido su uso a personas que hayan probado otras formas de adelgazamiento y no les hayan funcionado o estén estancadas en la pérdida de peso. Y es que se ha demostrado, de forma objetiva, que ayuda a quemar grasa. Esto es posible porque se reduce el consumo de hidratos de carbono y se apuesta por las proteínas y las grasas de elevado contenido proteínico. Por ello, el organismo ha de usar más grasa para producir energía, entrando en un estado de cetosis.
Esta situación metabólica no debe alargarse durante mucho tiempo, puesto que existe una carencia de los minerales y vitaminas que aportan las frutas y verduras y cuya presencia, en esta dieta, es muy reducida. Por otro lado, se puede producir cetoacidosis, lo cual implica que el pH de la sangre disminuye y, en los casos más graves, puede incluso afectar al transporte de oxígeno a lo largo del organismo.
Por último, con la dieta keto, a veces, aparecen casos de estreñimiento, mal aliento o mal humor. Además, siempre habrá que consultar con el médico si se padece diabetes o hipertensión o se está en plena lactancia. Tampoco está indicada en personas con enfermedades renales o hepáticas o que posean un trastorno de la conducta alimentaria.
Alimentos permitidos en la dieta keto
La máxima principal de esta dieta es que los carbohidratos se reducen a cantidades mínimas (20 gramos/día), dando prioridad a las grasas saludables y las proteínas de la carne, el pescado y el marisco. Asimismo, el alcohol tampoco es bien acogido en la keto. Los alimentos más importantes en esta dieta son:
- Verduras y hortalizas. Estas deben ser bajas en hidratos de carbono, como es el caso de la coliflor, el brócoli, las espinacas, el apio, la berenjena, el pepino, el pimiento morrón y los espárragos. Las patatas, por su parte, están prohibidas.
- Frutos rojos. Las frutas, en general, contienen mucho azúcar (fructosa), por lo que no tienen cabida en esta dieta. Pero en el caso de los frutos rojos, sí se permite su consumo. Las frambuesas, en especial, cuentan con un porcentaje muy bajo de carbohidratos.
- Pescado. El atún, las sardinas y el salmón son grandes aliados de la keto. Estos tipos de pescado se pueden comer tanto frescos como en lata, y cocinarlos a la plancha, al horno o en la sartén con AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra).
- Leche. Esta ha de ser enriquecida con frutos secos, ya que la normal posee un alto índice en carbohidratos.
- Frutos secos. Son muy beneficiosos para la salud y, en el caso de esta dieta, los pistachos tienen un 90 % de grasas saludables.
- Semillas. Las de lino y chía, en concreto, son ricas en fibra y bajas en carbohidratos.
En definitiva, la dieta cetogénica es muy eficaz para la pérdida de peso, pero debe hacerse siempre durante un periodo corto de tiempo. En los casos de determinadas patologías como la diabetes o la hipertensión, deberá consultarse antes con el médico. ¿Y tú, ya has hecho esta dieta? ¿Compartes tus impresiones con nosotros?
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