Seguro que alguna vez te has hecho esta pregunta viendo una entrega de premios: ¿por qué, después de ganar, los deportistas muerden la medalla de oro? Me pasó lo mismo, y no me conformé con quedarme con la duda. Este gesto, aparentemente espontáneo, tiene mucho más detrás de lo que parece. ¿Tradición, capricho o estrategia? Te lo cuento todo a continuación.
Una costumbre que viene del pasado… pero no del deporte
Lo más sorprendente es que esta práctica no nació en el deporte. Antiguamente, morder monedas o lingotes de oro era una manera rápida y efectiva de comprobar si eran auténticos. El oro puro es un metal muy blando, por lo que deja marca fácilmente. Con el tiempo, esta idea quedó grabada en el imaginario colectivo como símbolo de riqueza, éxito… y sí, también de autenticidad.
¿Entonces por qué lo hacen los deportistas hoy?
En realidad, hoy en día morder la medalla no tiene ninguna utilidad práctica. Las medallas olímpicas, por ejemplo, no son de oro macizo; están hechas de plata recubierta por una fina capa de oro. Entonces, ¿por qué lo siguen haciendo? Por una razón muy sencilla: los fotógrafos lo piden. Esa imagen se ha vuelto icónica. Y claro, los atletas también saben que esa foto será portada de medios, tendencia en redes y recuerdo para siempre.
Entre lo simbólico y lo comercial
Lo interesante es que esta acción ha evolucionado: de gesto práctico a símbolo de victoria, y de símbolo aparte del espectáculo. Para muchos deportistas, morder la medalla representa orgullo, esfuerzo y triunfo. Pero también tiene una fuerte carga mediática. No es casualidad que en cada evento importante, veamos la misma pose repetida cientos de veces. Es un acto casi ritual, que mezcla lo emocional con lo visual.
¿Es algo global o solo de los Juegos Olímpicos?
Aunque lo asociamos especialmente con los Juegos Olímpicos, este gesto se ha extendido a otras competiciones: mundiales, torneos internacionales, e incluso eventos juveniles. Lo que empezó como una peculiaridad se ha convertido en una costumbre casi universal. A donde vayas, si hay una medalla de oro de por medio, hay una sonrisa… y una mordida.
Un dato curioso: no todos están a favor
Algunos atletas reconocen que no les agrada tanto hacerlo. De hecho, hay quienes sienten que es forzado o simplemente incómodo. También hay odontólogos que advierten sobre posibles daños en los dientes si se hace con demasiada fuerza. Y no es para menos: aunque parezca una broma, ha habido medallas abolladas por una mordida demasiado entusiasta.
Más allá del podio: una imagen que lo dice todo
Morder la medalla se ha convertido en una forma de decir “¡lo logré!”. Una forma simple, pero poderosa de mostrarle al mundo lo que significan años de sacrificio, disciplina y pasión. No importa el país ni el deporte: el mensaje es el mismo, y se entiende sin palabras.
El valor simbólico de un gesto universal
Ahora que sabes por qué los deportistas muerden la medalla de oro, podrás ver ese gesto con otros ojos. Es mucho más que una simple pose. Es historia, es imagen, es identidad. Y aunque parezca un detalle, es uno de esos pequeños momentos que resumen el espíritu del deporte.
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