Adelgazar está relacionado habitualmente con una serie de entrenamientos y de modificación de las costumbres alimenticias. Además, aumentar de peso suele ser culpa de hábitos de vida sedentarios en los que ingerimos más alimentos de los que realmente necesitamos para nuestra actividad diaria.
Llevar una vida de deportista y una buena dieta es la solución ideal; sin embargo, pueden existir divergencias por el hecho de que al entrenar necesites consumir más calorías y no termines de ver los resultados.
A continuación, te proponemos una serie de hábitos que puedes usar como complemento a ese estilo de vida. Además, si simplemente los incorporas en tu vida de manera frecuente, acabarás por notar también algunas diferencias.
¿Se puede adelgazar sin hacer ejercicio?
Usar platos de color rojo para aquellos platos poco saludables
Este color es una señal de alerta para nuestro cerebro, por lo que inconscientemente vamos apartando los alimentos que lo contienen. Aquí entrarían los alimentos con exceso de grasa y la comida basura en general.
Da prioridad a las comidas caseras saludables
Las comidas caseras poseen menos aditivos y te permiten controlar mejor los ingredientes. Además, una vez que te esfuerces en elaborarte comidas en casa, podrás convertir esta necesidad en un hobby.
Necesitas más proteínas, fibra y grasas positivas
Los alimentos ricos en esos principios inmediatos tienen compuestos que sacian el apetito, de manera que no tendrás que comer en exceso. Son los llamados alimentos termogénicos.
Toma carbohidratos de lenta absorción
Patatas, arroces, panes integrales... son carbohidratos que se procesan más lentamente en el cuerpo y reducen la sensación de hambre.
Desayuna de manera contundente
En el comienzo del día, al desayunar, el cuerpo recibe la señal de que ya está empezando a recibir nutrientes y puede empezar ya a quemar calorías. Si concentramos una comida con carbohidratos y proteínas, conseguiremos beneficios para el cuerpo, al tiempo que reduciremos el apetito descontrolado.
Fracciona cada comida en porciones reducidas
Si divides cada una de las comidas en porciones más pequeñas, tu cuerpo quedará satisfecho antes. Esto ocurre porque al ingerir una cantidad, incluso más pequeña, disminuye la sensación de necesitar más.
Bebe agua de forma regular y evita las bebidas azucaradas
El agua es imprescindible para mantener el cuerpo hidratado y eliminar toxinas. Además, al ingerir agua, nuestro cuerpo va perdiendo un poco de la sensación que puede entrarnos de hambre a deshora. Con las bebidas azucaradas has de adoptar una posición firme, ya que añaden calorías extra muy fácilmente.
Huye del estrés y de los malos hábitos de sueño
A menudo, parte de la ansiedad surge de malos hábitos a la hora de dormir. Padecer ansiedad en el día a día puede descontrolar nuestro apetito, por lo que comeremos de manera anárquica.
Sube las escaleras y camina cortos trayectos
Haz al día pequeños ejercicios como subir escaleras, pasear al perro, dar pequeñas caminatas... A nivel mental te notarás más relajado y acostumbrarás al cuerpo a una dosis de actividad extra, mediante la que quemará algunas calorías.
A pesar de que perder peso puede resultar una ardua tarea para mucha gente, aquí hemos visto algunos trucos interesantes. Siguiendo estas recomendaciones es posible bajar de peso sin tener que recurrir a dietas muy radicales ni a ejercicios muy exigentes.
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