Al empezar a hacer ejercicio es normal que el cuerpo cambie. Se trata de una manera de tu fisiología de aclimatarse a unas nuevas condiciones de esfuerzo y dietas. Entre los posibles cambios se encuentra pesar más que antes de hacer ejercicio. Pero no debes preocuparte por esto, ya que tiene una explicación científica.
¿Por qué si haces ejercicio puedes pesar más que antes?
Tu ingesta calórica, a examen
Pongámonos en una situación en la que acabas de empezar a realizar entrenamientos en un gimnasio para perder grasa. Llevas algunas semanas entrenando duro, pero al pesarte en la báscula, ves que has ganado kilos.
Esto debe resultarte sorprendente si aún no conoces tu ingesta calórica. Es importante porque para perder grasa debe haber un déficit entre lo que se ingiere y lo que se quema. Hasta que no conozcas bien cómo funciona tu cuerpo en relación con tu dieta habitual en este aspecto, no te valdrá solo con comer sano y equilibrado. Si no queremos que la comida sana sea insuficiente, tendremos que calcular bien las proporciones y las medidas de cada plato.
En otros casos, sucede incluso que se pierde peso pero luego se estanca. En efecto, al recibir menos energía, el cuerpo tiene menos sustancia que quemar y, por tanto, se mueve menos. También hay otras condiciones que pueden afectar a tu subida de peso más allá del desconocimiento de tu metabolismo.
Cómo afecta el glucógeno muscular al aumento de peso
Al entrenar, especialmente cuando se trata de principiantes, cobran especial protagonismo las proteínas que transportan glucosa. Esto sucede debido a que los músculos se enfrentan a un aumento de actividad notable. Dichas proteínas favorecen que la glucosa vaya fluyendo hacia los músculos. De esta manera, las fibras musculares van acumulando glucógeno.
Este aumento de glucógeno aparece, por ejemplo, después de un entrenamiento de pesas o de autocarga intenso. De promedio, una persona con una masa muscular media puede llegar a acumular hasta 0,4 kilogramos de esta sustancia, debido a que también cuenta el agua que utiliza el glucógeno muscular.
Pero no debes preocuparte, ya que este glucógeno es un elemento normal y positivo. De hecho, junto con el agua que comentábamos anteriormente, contribuye a dar forma bella y desarrollada al músculo. No se trata, por tanto, de un aumento de peso en las primeras semanas porque estemos descuidando la dieta o almacenando grasa.
Para que te hagas una idea y no te preocupes, simplemente debes intentar llevar la cuenta de tu consumo medio de grasa y calorías y adaptar tu desempeño físico a él. Esto podrás hacerlo especialmente con la ayuda de un profesional, tanto en materia de gimnasio como de nutrición. Además, hemos visto que no todos los aumentos de peso son negativos, sino que cuando musculamos suceden porque los músculos se hinchan de glucógeno. 
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