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Estiramientos activos y pasivos

¿Sientes a veces tus músculos tensos o rígidos? ¿Buscas mejorar tu flexibilidad y rango de movimiento? Entonces, seguramente has oído hablar de los estiramientos. Pero, ¿sabías que existen diferentes tipos y que cada uno tiene sus propias características y beneficios? Hoy te desvelo todo lo que necesitas saber sobre los estiramientos activos y pasivos. Prepárate para entender cómo funcionan y cómo pueden transformar tu bienestar físico.

¿Qué son los estiramientos y por qué son importantes?

Antes de sumergirnos en los tipos específicos, es crucial entender qué son los estiramientos en general. Un estiramiento es una técnica terapéutica o de ejercicio en la cual se alargan uno o varios músculos con el fin de mejorar la elasticidad muscular y el rango de movimiento articular. Incorporar estiramientos regulares en tu rutina puede traer consigo numerosos beneficios, como la reducción del riesgo de lesiones, la mejora de la postura, la disminución del dolor muscular y el aumento del rendimiento deportivo.

Estiramientos activos: El poder de tu propia fuerza

¿Cómo se realizan los estiramientos activos?

Los estiramientos activos son aquellos en los que utilizas la fuerza de tus propios músculos para mantener la posición del estiramiento. Esto significa que no dependes de ninguna fuerza externa, como una pared, una banda o la ayuda de otra persona. En esencia, contraes un grupo muscular para estirar el grupo muscular opuesto.

Ejemplos prácticos de estiramientos activos

  • Elevación de pierna recta: Túmbate boca arriba y eleva una pierna recta hacia el techo, utilizando los músculos de la cadera y el muslo para mantener la posición.
  • Estiramiento de isquiotibiales sentado: Siéntate con las piernas extendidas y flexiona las caderas para intentar tocar los dedos de los pies con las manos, manteniendo la espalda recta y utilizando los músculos abdominales y de la cadera.
  • Dorsiflexión y flexión plantar activa del tobillo: Siéntate o levántate y mueve el pie hacia arriba (dorsiflexión) y hacia abajo (flexión plantar) utilizando los músculos de la pantorrilla y la parte frontal de la pierna.

Beneficios clave de los estiramientos activos

  • Mejora de la fuerza muscular: Al involucrar activamente los músculos, también contribuyes a fortalecerlos.
  • Mayor control muscular: Aprendes a controlar mejor tus movimientos y la activación de tus músculos.
  • Aumento de la propiocepción: Mejoras la conciencia de la posición de tu cuerpo en el espacio.
  • Preparación para la actividad física: Son excelentes para calentar los músculos antes del ejercicio.

estiramientos activos y pasivos

Estiramientos pasivos: Relajación y alargamiento profundo

¿En qué consisten los estiramientos pasivos?

En contraste con los activos, los estiramientos pasivos implican el uso de una fuerza externa para mantener el estiramiento. Esta fuerza puede ser tu propio peso corporal, la gravedad, una pared, una banda de resistencia o la ayuda de otra persona. El objetivo es relajar el músculo que se está estirando y permitir que la fuerza externa lo alargue suavemente.

Ejemplos comunes de estiramientos pasivos

  • Estiramiento de isquiotibiales con toalla: Túmbate boca arriba, coloca una toalla alrededor de la planta de un pie y tira de los extremos de la toalla para elevar la pierna recta, sintiendo el estiramiento en la parte posterior del muslo.
  • Estiramiento de cuádriceps con ayuda de una pared: Apóyate en una pared con una mano y lleva el talón de un pie hacia el glúteo con la otra mano, sintiendo el estiramiento en la parte frontal del muslo.
  • Estiramiento de hombros con el brazo cruzado: Lleva un brazo a través del cuerpo y utiliza la otra mano para acercar el codo al pecho, sintiendo el estiramiento en el hombro.

Ventajas de incorporar estiramientos pasivos

  • Mayor rango de movimiento: Al permitir una relajación profunda del músculo, se puede lograr un mayor alargamiento.
  • Reducción de la tensión muscular: Ayudan a liberar la tensión acumulada en los músculos.
  • Ideal para la recuperación: Son muy útiles después del ejercicio para reducir el dolor muscular y mejorar la recuperación.
  • Menor demanda de energía: Requieren menos esfuerzo muscular activo.

¿Cuándo y cómo combinar los estiramientos activos y pasivos?

La clave para una rutina de estiramientos efectiva a menudo radica en la combinación inteligente de ambos tipos. Aquí te dejo algunas pautas:

  • Calentamiento: Los estiramientos activos son una excelente manera de preparar tus músculos para la actividad física, aumentando el flujo sanguíneo y la activación muscular.
  • Enfriamiento y recuperación: Los estiramientos pasivos son ideales después del ejercicio para ayudar a relajar los músculos tensos y mejorar la recuperación.
  • Mejora de la flexibilidad general: Incorporar ambos tipos de estiramientos de forma regular puede conducir a mejoras significativas en tu flexibilidad y rango de movimiento a largo plazo.
  • Escucha a tu cuerpo: Es fundamental prestar atención a las sensaciones durante el estiramiento. Nunca fuerces un estiramiento hasta sentir dolor agudo.

Encuentra tu rutina ideal de estiramientos

No existe una fórmula única para todos. La mejor rutina de estiramientos será aquella que se adapte a tus necesidades individuales, tu nivel de condición física y tus objetivos. Experimenta con diferentes estiramientos activos y pasivos, escucha a tu cuerpo y sé constante. ¡Los beneficios para tu bienestar físico y mental serán notables!

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