La fatiga muscular es algo habitual cuando completas un entrenamiento deportivo. Sin embargo, puede hacerse crónica, complicando el desarrollo de actividades que a priori pueden parecer normales.
¿Qué es el síndrome de fatiga muscular crónica?
Este tipo de enfermedad afecta a muchos sistemas del cuerpo. Algunas de las principales consecuencias suelen ser problemas para dormir o concentrarse, así como una fatiga que no mejora con el descanso. También puedes notar dolores o mareos en tu cuerpo.
Además, es totalmente impredecible. Puede ser permanente o aparecer en diferentes épocas del año. Al ser un tipo de enfermedad poco común, también es difícil de diagnosticar. El médico hará una revisión completa para descartar otro tipo de enfermedades. También puede pedir un examen de sangre o de orina.
Al mismo tiempo, no existe un tratamiento o cura predeterminado para tratar esta enfermedad. Sin embargo, sí existen algunas acciones que puedes llevar a cabo para reducir sus síntomas. Es importante que consigas dormir bien. Intenta tener buenos hábitos de sueño, o visitar a un especialista si es necesario.
Por otro lado, deberás regular tu actividad física. Intenta no sobrepasar nunca tu límite, porque ahí es donde pueden volver a aparecer los síntomas. Intenta tener una vida relajada sin mucho estrés mental. Un médico también puede recetarte algún medicamento contra la depresión, ya que en muchos casos se tienen síntomas depresivos al sufrir esta fatiga.
Pon en práctica un entrenamiento de tipo cognitivo. Sentir que tienes el control de tu vida puede ayudarte a mejorar. Ponte en manos de un fisioterapeuta. En muchas ocasiones, mejorar la movilidad de los grupos musculares también te permitirá aumentar la intensidad de tu entrenamiento.
La fatiga muscular crónica es un problema que puede ser grave y cambiarte la vida. Por ello, poner en práctica estas recomendaciones puede aliviar tu caso y permitirte vivir mejor.
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