Uno de los problemas habituales entre los deportistas son las hernias discales. Como en cualquier otro ámbito de la salud, identificar cuanto antes lo que ocurre es fundamental para minimizar sus efectos. Por eso, vamos a dedicar este contenido a mostrarte cuáles son los primeros indicios que deberías identificar.
Sobre entrenamiento y otras causas de las hernias discales
Debes saber que las hernias discales se producen como consecuencia de la degeneración y el deterioro de un disco intervertebral. Debido a ello, su núcleo interno se filtra hasta una parte débil situada en la zona exterior del disco. Consecuentemente, ejerce una presión molesta sobre los nervios próximos o, incluso, en la médula espinal.
El desplazamiento o la rotura de estos discos pueden ser generados por una lesión, un esfuerzo excesivo o un sobre entrenamiento. Y, generalmente, se produce en la región lumbar o en el cuello.
Síntomas a los que te conviene estar atento
¿Cuáles son los síntomas de una hernia discal? En general, la principal manifestación es un dolor de cuello que puede irradiarse hacia el hombro y el brazo, incluso generar un cierto hormigueo tanto en el brazo como en la mano.
Mientras estás entrenando o, tras ejercitarte, la primera señal de alarma será un dolor de tus brazos y tu cuello. Si notas entumecimiento, el problema es mayor.
Lo puedes percibir de dos maneras: progresivamente o de repente, en cuyo caso sentirás un crujido o un desgarro en la columna, el cual notarás nítidamente. Con todo, ante las primeras molestias y aunque sean leves, haz que te vea un especialista. Por lo general, cuando ocurre empeora mientras estás sentado, tumbado o por la noche. También la debilidad es un indicio preocupante que debes controlar.
De este modo podrás prevenir las hernias discales y actuar a tiempo, evitándote un problema muy incómodo para todos. ¿Estás atento a tu cuerpo cuando haces deporte? ¡Cuéntanoslo!
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