La famosa “comida trampa” es el momento de la semana más esperado para todas las personas que siguen una dieta a diario, más o menos estricta. Mucho se habla a pie de calle sobre los beneficios que nos aporta realizarla una o dos veces por semana, pero poco se comenta sobre el motivo real de hacerlo. Por eso, hoy te contamos qué es, cómo hacerla y los beneficios que nos puede aportar "hacer trampas".
¿Qué es la cheat meal?
Esta comida no es otra cosa que un “premio” a todo el esfuerzo que conlleva mantener una dieta estricta a lo largo de la semana. Está compuesta por alimentos prohibidos o que no no debemos consumir para lograr los objetivos que estamos buscando. La frecuencia de esta comida suele ser de una o dos veces a la semana.
Esta comida puede estar formada por cualquier tipo de alimento que nos guste, mejor dicho, que nos encante y deseemos comer en ese momento, aún sabiendo que no es apto para nuestra dieta. Pero lo cierto es que en este punto si es conveniente realizarlo.
Cómo hacer la comida más ansiada
Antes de nada, debéis recordar que es una comida trampa, no un día completo de comida trampa, por lo que debemos elegir el momento perfecto para hacerla. Como hemos comentado anteriormente, podemos consumir cualquier tipo de alimento, aunque lo ideal sería consumir alimentos ricos en carbohidratos. Este tipo de alimentos son los que provocan un aumento de la saciedad y una mejora del organismo a la hora de tener ese pequeño acelerón en nuestro metabolismo.
Si realmente no quieres hacer esta comida, lo que debes de hacer es aumentar la ingesta de carbohidratos en una de las comidas.
Beneficios del “cheat meal”
Una vez visto qué es y cómo hacerla, vamos a enumerar los beneficios que nos aporta:
- Un aumento en los niveles de las hormonas tiroideas T3 y T4 que están directamente relacionadas con la velocidad de nuestro metabolismo. Pasamos de un metabolismo algo desacelerado debido a la dieta hipocalórica, a una leve aceleración del mismo. Esto se traduce en una mayor quema de grasas en nuestro organismo.
- Se aumenta la concentración de leptina, manteniéndonos más saciados, permitiéndonos seguir con el resto de la dieta con mayor facilidad.
- Conseguimos que nuestro cuerpo mejore el metabolismo de los carbohidratos, produciendo que se transporte la glucosa a los músculos de forma más eficaz.
- Sin duda, uno de los más importantes, el componente psicológico. Romper con la rutina y permitirnos “un capricho” hará que no sea tan duro volver a la dura dieta. Además, nos veremos en mucha mejor forma física y nos sentiremos con un estado de ánimo más alegre.
¡Son todo ventajas!
Ahora que ya sabéis mucho más sobre la comida trampa, ¿qué opináis de ella? ¿Estabáis acostumbrados a realizarla? Dejadnos vuestros comentarios y compartidlo para que la gente conozca más sobre esta deliciosa comida.
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