Uno de los grandes errores que cometen muchos deportistas es hacer deportedemasiado abrigados, sin importar si es verano o invierno. Dice la leyenda urbana que el hecho de abrigarse más aumentará la sudoración, de forma que se queman más grasas. Sin embargo, esta creencia es errónea, ya que no solo no es efectiva; sino que puede provocar problemas de salud, como la deshidratación en el entrenamiento, al acelerar la pérdida de líquidos. El rendimiento del deportista se ve afectado y abrigarse de más no tiene ningún beneficio positivo.
Consecuencias de abrigarse haciendo deporte
El hecho de hacerlo más abrigado de lo que uno debería incrementará el sudor, pero también hará que disminuya el rendimiento del deportista a la hora de completar el entrenamiento, ya que no estará quemando grasas, sino líquidos. Un efecto similar tienen las fajas adelgazantes, que estimulan la sudoración en la parte abdominal, pero no ayudan a quemar grasa. El peso que se pierde con el sudor son líquidos que se recuperan al beber agua o una bebida para deportistas después de entrenar y, al final del día, no se reflejan en la báscula.
En realidad, es más fácil quemar grasas entrenando a bajas temperaturasque abrigados. El simple hecho de ir al gimnasio o salir a correr hará que el metabolismo del deportista se active, de forma que empezará a quemar grasas. El cuerpo se ajusta a la temperatura exterior, lo que acelera el metabolismo; y, en este proceso de adaptación, es cuando el cuerpo empieza a quemar grasas de verdad. Lógicamente, el deportista también romperá a sudar, pero podrá recuperar esos líquidos gracias a la hidratación.
Cuanto más aumenta la temperatura del cuerpo, el metabolismo se ve obligado a recurrir a las fuentes rápidas de energía (entre ellas, el glucógeno), lo que contribuye a la quema de grasas. Por eso, no es recomendable abrigarse demasiado para hacer deporte. Otra de las consecuencias de utilizar demasiada ropa en el entrenamiento es que el cuerpo no transpira bien, de forma que la temperatura aumenta; pero sin recurrir a esos depósitos de grasa como fuente energética, de forma que el deportista pone en riesgo su salud sin cumplir con su objetivo.
De esta forma, a la hora de vestirse para hacer deporte hay que elegir la ropa indicada para el clima. En los meses más cálidos del año, un pantalón corto y camiseta de tirantes o manga corta son más que suficientes; mientras que, en invierno, hay que abrigarse para no constiparse, pero siempre dentro de unos límites. Unas mallas largas, camiseta técnica, guantes y gorro ayudan a mantener una buena temperatura y que el cuerpo trabaje para regular la temperatura quemando grasa. Las dietas y hacer deporte regularmente son hábitos más efectivos para perder peso que sudar en exceso.
1 comentario