Las calcificaciones tendinosas constituyen una afección causada por la acumulación de depósitos de calcio en los músculos o tendones de una persona. Cuando este mineral se acumula en determinadas estructuras del organismo, la persona puede sentir grandes molestias e incluso dolores. En este artículo enseñaremos a identificar esta alteración y a conocer los tratamientos de actualidad.
¿Por qué se producen?
Aunque esta afección puede darse en muchas otras partes del organismo, una estructura frecuente que puede estar afectada es la del manguito de los rotadores. Este es un conjunto de músculos y tendones que aportan total fuerza y estabilidad a la parte superior del brazo y el hombro.
Si bien los medicamentos o la fisioterapia, o una combinación de los dos, pueden tratar la afección con éxito, en algunos casos es posible que se requiera cirugía. Con respecto a los síntomas, cabe destacar que la mayoría puede experimentar dolor, rigidez e incluso inmovilidad en los casos más graves.
No es de extrañar pues que estas personas puedan padecer problemas para conciliar el sueño. Es importante saber que los depósitos de calcio pueden continuar acumulándose y acentuando aún más los síntomas. Existen tres etapas distintas que explican la enfermedad. La primera es la de la precalcificación. El cuerpo puede sufrir cambios en las células en donde se va a colocar el depósito de calcio. Normalmente, esta etapa es asintomática.
La siguiente etapa es la calcificante. En esta, el calcio ya se empieza a acumular. Se podría decir que es una de las más dolorosas. Por último, en la etapa postcalcificante, el calcio puede haber disminuido y puede formarse tendón sano.
¿Cuál es el tratamiento?
Por lo general, se pueden usar medicamentos y fisioterapia para tratar la tendinitis calcificada. Los medicamentos comunes recetados para tratar la afección incluyen medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), que también están disponibles sin receta.
Igualmente, un médico puede proporcionar corticoides inyectados en el mismo tendón para reducir la hinchazón y el dolor. Otros tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la tendinitis calcificada son la terapia de ondas de choque extracorpóreas. Estas permiten aplicar unas descargas sobre la lesión para poder romper los depósitos de calcio. El tratamiento suele realizarse una vez a la semana durante un mes. Cuanto mayor sea la frecuencia de estos choques, más efectivos serán.
Con respecto a la cirugía, se considera que alrededor del 10 % de las personas la necesitan. Hay dos tipos de cirugía para eliminar los depósitos de calcio. La cirugía abierta implica que un médico realice una incisión en la piel con un bisturí. Luego, pueden retirar manualmente el depósito a través de la incisión.
Siempre es importante tratar las calcificaciones tendinosas con profesionales sanitarios que te informen al detalle. ¿Tenéis alguna duda? ¡No dejéis de comentárnosla!
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