La dieta cetogénica es conocida por muchos al conseguir resultados beneficiosos, no solo en la pérdida de peso, sino también a nivel de la salud general. En este artículo te contamos más.
Entrar en cetosis
Inicialmente, debes saber qué significa entrar en cetosis. Para comprenderlo, haremos un repaso a la fisiología del organismo.
Tu cuerpo utiliza normalmente un combustible, el azúcar (la glucosa), para obtener energía y quemarla en los distintos procesos metabólicos. Cuando falta azúcar en sangre, se obtiene a partir de otros compuestos (como el glucógeno hepático).
Cuando se agotan incluso las reservas de glucógeno hepático, es cuando el cuerpo empieza a entrar en cetosis. Es aquí cuando, ante una baja concentración de glucemia en sangre, se fabrican los llamados cuerpos cetónicos, que pueden ayudar a provocar la oxidación de grasas. En el momento en el que se aporte algún alimento con hidratos de carbono es cuando el cuerpo podrá obtener de nuevo energía a partir de la glucosa, cortándose la cetosis.
Entonces, ¿cómo es la dieta cetogénica?
Comúnmente utilizada para perder grasa, muchas personas la utilizan también para sentirse con mayor energía y menos fatigados día a día. Está claro que una persona puede entrar en cetosis llevando una dieta adecuada, que prescinda de alimentos que tengan cantidades medias y altas de hidratos de carbono.
En pocas palabras, no podrías consumir frutas, verduras (que tengan alta cantidad de hidratos, como pimientos), legumbres, arroz, harinas y otros alimentos durante varias semanas. Normalmente, se tarda entre tres y cinco días en entrar en el estado cetogénico para quemar grasa.
La dieta se suele componer de proteína y grasa. Así, puedes consumir huevos, bacón, verduras de hoja verde, carnes, pescados, pollo, entre otros.
Es importante destacar que la dieta cetogénica puede ser efectiva, pero que no se recomienda llevar durante largos periodos de tiempo para evitar déficits de nutrientes. ¿La has probado? Cuéntanoslo.
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