Cuando empezamos a correr, pocos nos imaginamos lo mucho que puede llegar a engancharnos esta actividad. Pronto deja de ser un entrenamiento para convertirse en un estilo de vida y, cuando esto ocurre, empezamos a marcarnos nuevos retos, metas y objetivos que suelen terminar animándonos a correr, cada vez, distancias más largas.
Ahora bien, es necesario tener claro cómo actuar para poder llegar a dominar estas carreras.
5 consejos top para correr carreras largas
¿Qué deberíamos hacer cuando hemos decidido prepararnos para correr largas distancias? Lógicamente, adecuar nuestra ejercitación y entrenar de una manera diferente para preparar la mente, el cuerpo y nuestra voluntad a ese tipo de pruebas.
1. Entrenar con más frecuencia
Es de sentido común considerar que la principal diferencia con nuestros entrenamientos anteriores es que correremos más tiempo y más distancia, pero nuestro punto de partida no debe ser ese. Lo mejor es que empecemos corriendo más veces a la semana sin modificar la distancia. Si antes entrenábamos tres días semanales, ahora lo haremos cinco. Y terminaremos con un entreno diario.
2. Evolucionar con paciencia
Las personas que llevan mucho tiempo comiendo poco no pueden hartarse en el momento en que encuentran comida, porque acaban enfermando. En nuestro caso, sucede algo parecido. Debemos ser equilibrados, mesurados e ir incrementando nuestras distancias paulatinamente.
En realidad, en este tipo de carreras no se entrenan las mismas distancias que en la competición. Un corredor de maratones no realiza nunca los 42 kilómetros completos. Por tanto, para empezar conviene avanzar gradualmente y no precipitarnos. Hacerlo de otro modo implica asumir serios riesgos de lesiones e incluso colapsos y pájaras que podrían desmoralizarnos.
3. Correr haciendo series
Entrenar largas distancias no solo requiere cantidad (frecuencia y largas distancias), también calidad. Por eso, no debemos dejar de correr series cortas para mejorar la potencia, medias para optimizar lo anaeróbico y largas para combinar lo aeróbico y lo anaeróbico.
Consiste en repetirlas varias veces con ligeros descansos y, de este modo, ganaremos chispa y capacidad de reacción en las carreras. Dedicaremos un par de días semanales a este tipo de trabajo deportivo.
4. Trabajar en el gimnasio
También los corredores de fondo debemos seguir yendo al gimnasio. Necesitamos tener músculos fuertes y, además, mejoraremos la explosividad, la fuerza y la potencia, algo fundamental cuando la carrera esté en marcha y dependamos, únicamente, de nuestro cuerpo y nuestra mente. ¿Cuánto tiempo debemos dedicar a ello? Al menos un día a la semana.
5. Comer, beber y dormir bien
Ejercitación y recuperación son el yin y el yang de cualquier deporte, por supuesto también al correr largas distancias. Solo una buena alimentación, una hidratación óptima y un adecuado descanso nos permitirán rendir al máximo una y otra vez conforme nos entrenemos. Es fundamental que pongamos el máximo cuidado en estos aspectos, antes, durante y después de cada competición o entrenamiento.
Si aplicamos estas pautas y nos comprometemos con nuestro objetivo, estaremos en condiciones de dar lo máximo y mejoraremos en cada entrenamiento. ¿Por qué no compartimos nuestras experiencias?
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