Es algo frecuente que una parte de la sociedad pueda encontrarse en una situación de déficit calórico prolongado como consecuencia de su deseo de adelgazar, quemar grasas o poner su cuerpo a punto para llevar a cabo cualquier actividad física. Si eres tú una de esas personas debes conocer que este estado en el que te encuentras puede tener más riesgos de los que inicialmente pensabas. ¿Quieres saber algunos de los más relevantes?
Riesgos de una dieta hipocalórica
Los efectos de consumir menos calorías de las que tus necesidades vitales requieren pueden producir una serie de trastornos a incidencias en el organismo. Una de las más relevantes es la aparición de una inusual irritabilidad como consecuencia de que falta algo, hasta el punto de que los cambios de ánimo son bastante frecuentes durante este proceso. También notarás una mayor y progresiva intolerancia al frío que se agudiza en los meses más gélidos del año en los que necesitarás estar más abrigado que en otras épocas del año.
Otra de las señales que te pueden advertir sobre una falta de calorías en tu cuerpo es la hinchazón de manos y pies. Este es un proceso corporal que es más visible en invierno y a veces te producirá algún que otro problema para ponerte el calzado. Además, puede ir acompañado por alguna clase de fatiga que te hará que te canses más fácilmente que antes, sobre todo si llevas a cabo alguna clase de deporte o actividad física.
No menos importante es que este déficit de calorías prolongado en el que puedas estar origine alguna clase de mareos que antes no padecías. Será otra señal de alarma de que sufres este estado durante mucho tiempo. No obstante, el riesgo más grave consiste en que puedas desarrollar un proceso de desnutrición ciertamente relevante. Si llegas a este punto, no tendrás más solución que acudir a tu médico y dietista para que cambies el régimen de alimentación que llevas hasta ahora.
Por otra parte, y en lo que se refiere a la mujer, otra de sus manifestaciones es la irrupción de periodos irregulares en la menstruación, sobre todo cuando no hay otros motivos para vincularlo con otras causas. En ese caso, podría relacionarse un déficit calórico prolongado.
Por último, el estreñimiento puede ser otra de las señales que te adviertan sobre esta situación, aunque en este caso en concreto puede ser provocado por otras muchas motivaciones orgánicas.
En resumen, el déficit calórico prolongado puede provocarte ciertos riesgos para tu salud si no tienes cuidado. Esperamos que con este artículo tengas una percepción más clara sobre cómo puede afectarte y cómo puedes identificarlo. Y tú, ¿has sufrido algunos de estos síntomas como consecuencia de una carencia de calorías prolongada? ¡Cuéntanos tu experiencia!
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