La respiración es algo fundamental a la hora de realizar deporte. No se puede tener únicamente en cuenta los factores más comunes como las dietas, el descanso y el entrenamiento a la hora de hacer ejercicio. La forma en la que respiramos cuando practicamos deporte también tiene mucho que ver con la salud.
La importancia que adquiere la respiración a la hora de realizar cualquier entrenamiento, viene determinada en tanto que nos sirve para poder lograr una perfecta optimización de la energía que nuestro cuerpo va a consumir mientras realizamos dicho entreno, previene problemas cardiovasculares, posibles lesiones y nos mantiene sanos.
Así funciona la respiración
A la hora de practicar diferentes ejercicios de musculación, existen varias técnicas para respirar y aprovechar eficientemente dichos ejercicios, aportando además, una correcta estabilización de nuestra columna.
La presión intra-abdominal se elevará por la contracción de los músculos del abdomen, intercostales y diafragma, produciendo dicha estabilización de la columna, posibilitando un mayor rendimiento y seguridad a la hora de realizar los ejercicios.
Tipos de respiración
Respiración continuada o libre
Es la respiración que se produce cuando no nos preocupamos en absoluto de nuestra forma de respirar a medida que realizamos los ejercicios.
Respiración activa
Este tipo de respiración consiste en inspirar en la fase positiva o concéntrica del ejercicio, cuando nuestra fuerza muscular vence la resistencia, y expirar en la fase negativa o excéntrica, cuando es la resistencia la que vence a nuestra fuerza muscular. Un ejemplo muy claro es cuando estamos en el press de banca, al subir la barra inspiramos y al bajarla expiramos.
Respiración pasiva
Es todo lo contrario a la respiración activa. Aquí trataremos de expirar en la fase concéntrica o positiva, e inspirar en la fase excéntrica o negativa.
Respiración bloqueada
Este tipo de respiración consiste en respirar antes de ejecutar o cuando estamos en una de las fases de alguno de los ejercicios que estamos realizando. Al realizar este tipo de respiración durante un ejercicio de fuerza, al intentar exhalar el aire con la boca y nariz cerradas, puede producirse un aumento de nuestra presión sanguínea. Se recomienda no hacer de forma general esta acción de bloqueo si no es de forma perfectamente controlada.
A la hora de realizar un entrenamiento de fuerza usando las pesas, como hemos referido antes, la mayor dificultad estriba en la fase concéntrica del ejercicio, en la que debemos vencer la resistencia. Es ahí cuando de provoca una mayor concentración de fuerza en el movimiento que se realiza, ya que la contracción de nuestro abdomen es la que estabiliza todo nuestro cuerpo, empujando el diafragma hacia arriba y permitiendo la salida fácil del aire.
En resumidas líneas, podemos decir que el tipo de respiración que más nos interesa a la hora de realizar nuestro entrenamiento de fuerza, es sin duda, la respiración pasiva.
Deporte y respiración siempre van a ir unidos, por su enorme importancia a la hora de realizar correctamente los diferentes ejercicios que haremos durante nuestro entrenamiento. Respirar bien es ejercitar bien.
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