El procedimiento para la implantación de una prótesis de rodilla, gracias al desarrollo de nuevas técnicas y de las mejoras en el equipamiento médico quirúrgico, se ha vuelto cada vez menos invasivo y, en consecuencia, menos traumático. Esto, sin lugar a dudas, hace posible que la recuperación sea mucho más fácil. Aun así, siempre será imprescindible llevar a cabo una serie de ejercicios destinados a fortalecer y flexibilizar la musculatura relacionada de alguna forma con esta articulación.
Si quieres más información sobre las prótesis, lo mejor es que te pongas en manos de un traumatólogo especializado, como el Doctor Romero.
¿Cuándo has de comenzar la rehabilitación?
Hoy en día, tanto cirujanos como fisioterapeutas recomiendan ampliamente que la persona operada camine a partir de las 24 horas de realizado el procedimiento quirúrgico. De igual manera, transcurridas 48 horas, el paciente debería comenzar a hacer ejercicios sencillos, como andar despacio con muletas y, eventualmente, subir o bajar escalones.
Por otro lado, has de comenzar una terapia de rehabilitación con el objetivo de brindar la máxima estabilidad a la rodilla, lograr una buena movilidad y disminuir el dolor. La estabilidad se logra mediante el fortalecimiento de la musculatura del muslo, tanto la anterior (cuádriceps) como la posterior (isquiotibiales).
La rehabilitación funcional tiene que ver con la capacidad de uso de la articulación en términos de flexibilidad. De este modo, conseguimos incrementar su rango de movilidad.
Ejercitarse en una piscina es muy beneficioso, ya que no genera impacto sobre la rodilla. Recuerda que, a fin de evitar posibles infecciones, se aconseja no empezar hasta que la herida haya cicatrizado completamente.
Ejercicios recomendados tras la implantación de una prótesis de rodilla
Para la rehabilitación de rodillas con prótesis se recomiendan varios ejercicios, algunos de los cuales te mostramos a continuación:
- Isométrico cuádriceps: El paciente debe colocarse en posición decúbito supino. Este ejercicio consiste en la contracción del cuádriceps por varios segundos.
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Elevación de pierna recta: Tiene como objetivo realizar una flexión ligera con toda la pierna. Posteriormente, has de bajarla lentamente hasta apoyarla en la camilla.
- Flexión de rodilla arrastrando pie: Posición decúbito supino, con la rodilla extendida. En este caso, debes flexionarla mientras arrastras el pie. Luego, extiéndela muy lentamente. Al principio, necesitarás la ayuda de otra persona para realizar este movimiento.
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Extensión de rodilla elevada (con apoyo) : Posición decúbito supino, con la parte posterior de la rodilla apoyada sobre un rodillo o cojín. Se trata de hacer una extensión total de la articulación. La flexión, que es el movimiento opuesto, debe realizarse lentamente y de forma controlada.
Aparte de estos ejercicios específicos tras la implantación de una prótesis de rodilla, hay actividades deportivas que son de gran ayuda para este fin. Entre ellas, podemos destacar la natación o la bicicleta estática. ¿Te ha parecido interesante este post? Te invitamos a que nos hagas llegar tus impresiones.
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