A la hora de practicar deporte de musculación, el sistema de entrenamiento conocido como super slow es considerado el más apropiado para aumentar la fuerza en personas de 30 años en adelante. La principal razón es que es un método basado en la resistencia, con el cual buscamos la combinación de ejercicio de mínima duración y máxima intensidad posible. Se ha demostrado que, de esa manera, se logra la mayor adaptación.
En qué consiste exactamente este tipo de entrenamiento
Básicamente, es la ejecución de repeticiones marcadas por una cadencia lenta, en ciclos de cinco segundos para la llamada fase excéntrica (la de alargamiento muscular) y diez para la concéntrica (de acortamiento o contracción). Con este ritmo pretendemos forzar el límite muscular en unos dos minutos.
No obstante, es en torno al número de repeticiones que hacen falta para alcanzar ese doble objetivo de potenciar la fuerza muscular y la hipertrofia donde se dan los mayores desencuentros entre los expertos en super slow.
Teniendo nuestra seguridad a la hora de ejercitarnos como máximo referente, trabajamos con cargas moderadas y a mínimas velocidades para evitar los temidos picos de fuerza que provocamos en nuestros tejidos (no solo los músculos, sino también tendones y articulaciones), que acarrean riesgo alto de lesión.
Con este entrenamiento conseguimos un plus de un 50 % en el incremento de la fuerza en relación con los métodos que se desarrollan a velocidad convencional.
Super slow y dietas equilibradas para una excelente salud y forma física
Este enfoque del deporte se ha revelado como muy favorable para mejorar fuerza y condición física en general. Es ideal tanto para personas con un propósito estético como para quienes persiguen una vida libre de estrés y plena de salud. Por supuesto, debe acompañarse de una correcta planificación de las dietas y, preferentemente, de suplementación nutricional natural. Nos gustaría conocer las experiencias personales de nuestros lectores.
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