Al encarar las series se debe tener en cuenta a qué se enfrenta uno, cuáles son las que mejor se adaptan a nuestras necesidades y los beneficios que suponen.
Lo primero que se ha de contemplar es que se trata de una forma de mejorar nuestro rendimiento. En un breve periodo de tiempo el entrenamiento aumenta y mejoran la velocidad y la capacidad de resistencia.
Las repercusiones sobre el cuerpo y la salud también son beneficiosas. Se reduce la sobrecarga muscular, ya que se realizarán menos kilómetros de recorrido. A su vez, se acostumbrará al cuerpo a correr más rápido incrementando la resistencia y la capacidad de rendir al máximo por un mayor periodo de tiempo.
Al exigir al organismo se observa cómo mejora y se hace un uso más efectivo del oxígeno que es necesario aumentando el lactato, desechándolo a altas velocidades y reduciendo la fatiga.
Tipos de series
Para la realización de las series se puede optar por muchas variables. Lo más común es practicar series de 400, 500, 1.000 o 2.000 metros de recorrido. Sin embargo, cada una tiene sus peculiaridades y beneficios.
- Si nos decantamos por series de entre 200 y 500 metros, constituirá una actividad de intensidad explosiva y distancia corta. En este caso, se deberían repetir unas 6 veces y llegar a un máximo de 10. Se trata de carreras cortas de una duración breve con unos 2 minutos de descanso entre serie.
- Por el contrario, si se quiere acometer una serie de 1.000 o 2.000 metros, sería de intensidad y distancia media. Por tanto, el descanso entre series ha de ser mayor. A partir de 2.000 metros por serie se considera de intensidad y distancia larga. En los dos últimos casos se deberían repetir no más de 3 o 4 veces y realizar descansos aún mayores. Lo prioritario es practicar las series a una velocidad constante y aumentarla si se tiene la capacidad procurando no bajar el ritmo entre una y otra, ya que no se conseguirá el objetivo de resistencia y exigencia que se persigue.
Para un corredor de carreras de 5k y 10k son ideales las repeticiones cortas, mientras que un maratonista debe llevar a cabo repeticiones de hasta 5.000 metros para lograr una mayor adaptación. En cuanto al descanso lo esencial es que el runner considere que ha logrado la recuperación completa antes de lanzarse a repetir otro día la actividad. 1 o 2 días de descanso entre ejercicios, dependiendo del objetivo, serían suficientes para restablecer el cuerpo y retomar al ejercicio, sean carrera más larga o ejercicios de fuerza.
En cuanto a la rutina de las series lo idóneo es practicarlas un día a la semana para una persona que quiere mantenerse en forma o prepararse para una carrera a un nivel no profesional. En cambio, si se trata de una persona que compite a alto nivel requerirá un entrenamiento de series dos o tres veces por semana con el fin de aumentar la velocidad y la resistencia en largas distancias.
Aquello que un runner busca a la hora de implementar las series es estimular el organismo y conseguir una respuesta inmediata sin la necesidad de realizar un gran kilometraje cada día. Así, un ejercicio intenso en un breve periodo de tiempo puede reportar un beneficio igual o superior al de una carrera más larga. Cada cual deberá decidir qué busca, cómo quiere entrenarse y los objetivos que desea obtener.
Como el cuerpo es sabio y cada uno es diferente, las series y su complejidad se deberán ajustar a cada runner. No hay serie específica para una persona concreta, así que lo mejor es probar aquello que a uno mejor le sienta. Aquello con lo que se encuentra más cómodo y con lo que mejores resultados recaba.
Y cómo no, preguntar, dejarse aconsejar y compartir las experiencias que uno tiene con el deporte siempre resulta beneficioso para crecer y ayudar al resto de corredores a que hagan lo mismo. Por eso, te animamos a hacernos partícipes de tus experiencias.
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