La frecuencia cardíaca es esencial para medir la intensidad cuando practicamos deporte. Saber las pulsaciones en cada momento del entrenamiento favorece la salud de nuestro cuerpo, al igual que realizar dietas adaptadas a la disciplina deportiva que se practique.
Tener conocimiento de cómo utilizar la información que recibimos de nuestro órgano vital es fundamental, por eso los pulsómetros se han convertido hoy en día en los mejores compañeros siendo efectivos para medir la intensidad y el nivel de fatiga.
Elementos a tener en cuenta
Frecuencia cardíaca y el esfuerzo en el deporte
Muchos estudios hechos a lo largo del tiempo demuestran que existe una estrecha relación entre las dos partes. Factores como el calor, la humedad o la deshidratación afectan directamente a las dos cosas, por lo que hay que tenerlos muy en cuenta para la productividad del ejercicio. De ahí que marcarse una frecuencia cardíaca determinada como objetivo puede depender de este tipo de cosas para alcanzarla.
Tendencia de la frecuencia cardíaca durante el entrenamiento
Al empezar un nuevo entrenamiento después de un periodo considerable de descanso, es normal apreciar un ascenso de la frecuencia cardíaca realizando menor carga de trabajo. Este es un indicador positivo y marca el inicio de una buena semana de deporte. Durante el proceso de la segunda y tercera semana se notarán variaciones.
El descanso es esencial para la salud
Si es costoso alcanzar mayor nivel de frecuencia en momentos de alta intensidad, es señal de que se necesita un descanso extra antes de comenzar una rutina más exigente. Es aconsejable cambiar el entrenamiento y dar un paso atrás aunque a veces cueste. Un reposo total o llevar a cabo ejercicios de menor rendimiento contribuirán positivamente a esa recuperación que se necesita para tener mejor respuesta después.
Hay que evitar los síntomas del sobreentrenamiento que afectan directamente a la salud del cuerpo. Se puede experimentar un bloqueo del entrenamiento cuando se alcanzan los límites y se hace un esfuerzo más alto de lo habitual. Esto se aprecia cuando existen problemas para elevar las pulsaciones en las zonas de intensidad media y con niveles muy elevados para el esfuerzo que se está llevando a cabo.
No se deben tener como referencia el estado cardíaco de un solo día porque puedes tener secuelas de un duro día anterior o simplemente tener un mal día.
Hacer caso al corazón
En conclusión, el ritmo cardíaco es una gran fuente de información proporcionando datos muy importantes. Una disminución de la frecuencia cardíaca sub-máxima a un nivel de intensidad fijado, es el reflejo del aumento de la aptitud aeróbica, mientras que una frecuencia cardíaca creciente simboliza fatiga o deshidratación.
Os invitamos a comentar los resultados de esta valiosa herramienta de medición en el deporte.
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