¿Deben los aficionados del deporte practicar el ayuno intermitente? ¿Qué tiene de bueno, y de menos bueno la dieta que ha triunfado en 2018? ¿Se trata de una mera moda o sus beneficios son tan claros que ha llegado para quedarse?
La salud, en cualquier caso, es lo primero. La aparición de nuevas dietas y rutinas de entrenamiento es un fenómeno constante, que se renueva sin parar. Como bien sabemos, son pocas las dinámicas que se mantienen. ¿Cómo saber si el ayuno intermitente va a ser una de ellas?
¿Ayunar es bueno para la salud?
La dieta del ayuno alternativo es una tendencia muy marcada, que está ganando un creciente protagonismo en parte, también, por la abundancia de apps que ayudan a realizarla. Lo que resulta un hecho incuestionable es que ayunar es muy positivo para los animales. Los expertos han comprobado que una reducción de entre el 15 y el 40 % en la ingesta de calorías previene problemas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión e incluso determinados cánceres. La vida de algunos ratones ha llegado a alargarse considerablemente gracias a ello, alrededor de un 50 %.
Pero ¿pasa igual con los humanos? Y, en concreto, ¿con los que practicamos deporte? Empecemos por el principio: ¿en qué consiste esta dieta? Básicamente, en intercalar momentos de ayuno y en concentrar la ingesta de comida en un lapso de ocho horas.
Dieta 5:2
Esta modalidad de ayuno intermitente permite comer sin límite cinco días a la semana, pero a cambio exige, durante los dos restantes, dejar de comer sólidos o reducir a una cuarta parte las calorías diarias.
Este enfoque impulsa la cetosis, durante la cual el organismo aprovecha las grasas disponibles para dotar de energía a los músculos y el cerebro. Permite perder peso, desde luego, aunque es necesario controlar el proceso para prevenir posibles desajustes metabólicos.
Dieta 18:6
Este enfoque recomienda concentrar todas las comidas en seis horas, manteniendo el ayuno durante el resto del día.
Presenta menos riesgos que la opción anterior y es habitual en la cultura musulmana, durante el mes del Ramadán, periodo en el que los fieles que la siguen pierden de media 1,2 kilos en un mes. Aunque no se sabe por qué, lo cierto es que los ciclos del organismo aprovechan mejor las viandas en determinados horarios. Entre las 10 y las 18 horas es una buena referencia.
Aspectos negativos del ayuno intermitente
Parece evidente que este enfoque permite perder peso mediante la reducción del tejido adiposo, por lo que probablemente podría llegar a funcionar. Lo que no está claro es cuáles son sus efectos secundarios. Uno de ellos, según parece, es la reducción de masa muscular, que podría generar serios problemas en la vejez.
¿Y qué genera entre los practicantes de deporte? Algunos deportistas que la han probado aseguran que terminan sintiéndose cansados, fatigados y débiles, hasta el punto de que su cuerpo llega a descomponer las proteínas de sus músculos para generar energía.
Por si fuera poco, casi todos los musulmanes que ayunan por Ramadán recuperan su peso original poco después. Por ello, aunque funcione, este enfoque no es una panacea, ni mucho menos.
Mejor el autocontrol y el entrenamiento
Es posible que el ayuno intermitente pueda llegar a funcionar, el problema es que no se ha testado suficientemente con humanos y se desconocen sus efectos secundarios. Los deportistas, especialmente, corren el riesgo de comerse a sí mismos, consumiendo sus propios músculos, para obtener la energía que precisan.
Por eso, parece mucho más razonable apostar por el deporte y el autocontrol al comer, para lograr esos hábitos saludables y ese bienestar activo tan deseable. ¿Cómo lo ves tú?
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