A veces dejamos de hacer deporte y de realizar nuestro entrenamiento por causas de salud, y cuando queremos retomar, es posible que nos cueste un poco de trabajo. Lo cierto es que cuando volvemos a entrenar no solamente tenemos que recuperar la rutina de entrenamiento, sino también las dietas que maximizan los resultados del gimnasio. Por suerte, tenemos un gran aliado a la hora de volver a entrenar: la memoria muscular.
¿Qué es y cómo funciona en el deporte la memoria muscular?
Todos hemos oído hablar en algún momento de la memoria muscular, e incluso sabríamos explicar en qué consiste. Se trata de un procedimiento que siguen los músculos consistente en consolidar una tarea motora concreta en la memoria a través de la repetición de los ejercicios, que es lo que sirve como aprendizaje motor. Al repetir un movimiento durante mucho tiempo, se crea una memoria muscular en nuestro cuerpo para esa tarea, que hace que al final, la hagamos sin que seamos conscientes del esfuerzo que supone en realidad.
¿Cómo nos ayuda a ponernos en forma la memoria muscular?
Las células musculares son únicas porque pueden contener múltiples núcleos, que llevan el ADN que fomenta la construcción de nuevas proteínas. El núcleo de una célula es responsable de aumentar o disminuir la producción de componentes químicos celulares y actividades, regular la replicación y reparación celular, y de iniciar y detener funciones vitales. Por otro lado, al tener varios núcleos pueden crecer más que las células normales.
Esto permite que creen otras células satélites que se adhieran a las principales para reparar las células musculares que se dañan con el esfuerzo del entrenamiento, y esto hace que el cuerpo se vaya readaptando a un tipo de rutina deportiva concreta para que los músculos se hagan cada vez más resistentes.
Por otro lado, este proceso obliga a someter los músculos a una sobrecarga continuada para estar en forma: cuanto más entrenamos, las células crean más núcleos que los hacen más resistentes, con lo que es necesario entrenar más para que se creen más células satélite que se peguen al músculo.
Resumiendo, el cuerpo no crea más músculo a no ser que no sea necesario, o lo que es igual, a no ser que se le obligue. Y es en este punto donde la memoria muscular actúa: cuando una célula satélite da un núcleo al músculo, se queda en él siempre.
Cuando dejamos de entrenar un tiempo, se pierde fuerza y sí, masa muscular, pero los núcleos que se crearon gracias a las células satélite siguen estando en las células musculares, y en cuanto nos activamos, comienzan a trabajar con nosotros. Es por este motivo por el cual se puede recuperar el músculo más rápido de lo que tardamos en crearlo, porque las células no tienen que reclutar nuevas células satélite para volver a estar en forma. Ahora el proceso es mucho más sencillo. De esta forma es como funciona en el deporte la memoria muscular.
Lo que está claro es que gracias a la memoria muscular cuando paramos de entrenar, es más fácil recuperar lo que ya teníamos.
¿Conocías el término y cómo funciona? ¡Cuéntanoslo!
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