¿Has oído hablar de la natación de hielo? Es muy parecida a la natación tradicional, pero con la diferencia que este deporte se practica en una zona delimitada por una capa de hielo. En líneas generales, se practica en países donde las bajas temperaturas permiten la presencia de este sólido. No obstante, también se podría llevar a cabo en una piscina con temperaturas próximas a la congelación.
Características de la natación de hielo
Este tipo de natación se considera deporte extremo, ya que el agua está en un punto cercano a la congelación. La competición más común consiste en que nades un tramo de un kilómetro. Uno de los deportistas más conocidos es el británico Lewis Pugh, también conocido como «el hombre hielo».
Pese a todo, también te aporta numerosos beneficios para tu sistema inmunológico. Si practicas esta disciplina, serás capaz de convertir rápidamente toda la energía en calor corporal y evitar, así, el estado de hipotermia. Generalmente, un deportista que ha entrenado es capaz de mover grandes cantidades de energía en poco tiempo.
De esta forma, en la natación helada, solo permanecerás unos pocos minutos a baja temperatura, ya que rápidamente tu cuerpo se calentará. Es recomendable no sumergir ni la cabeza ni el pelo. Además, debes mantener las manos fuera del agua.
Finlandia, el origen de este deporte
El país finlandés es uno de los que más tradición tiene. La denominada «región de los mil lagos» es conocida por poseer una mayor cantidad de agua que de tierra. Destaca Saimaa, que se erige como el lago más conocido de Finlandia. De hecho, ahí habita la foca anillada, una especie protegida.
Actualmente, son miles los finlandeses que se atreven con la natación de hielo como una experiencia innovadora, ya que se respira paz y harmonía.
¿Serías capaz de nadar en una agua completamente helada?
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