El Omega 3 y todo lo que rodea a este tipo de partícula en forma de ácidos grasos es uno de los grandes responsables de protegernos de diferentes tipos de enfermedades de tipo inmunológico. En este sentido, alteraciones cardiovasculares o defectos visuales se pueden subsanar con su consumo. Además, son especialmente importantes si somos personas a las que nos gusta practicar ejercicio físico regularmente. Pese a todas las ventajas que ofrece el deporte, también es importante reconocer toda la exigencia a la que se somete el cuerpo humano y que puede acabar desembocando en cuadros de enfermedad.
Guía para saber qué es realmente el Omega 3
Por ello, el Omega 3 favorece a que la sangre circule de una forma más eficiente, y también protege a nuestro cuerpo de los diferentes tipos de inflamaciones dando una mayor protección en nuestra salud y en la prevención de diferentes tipos de lesiones. Cuando llevamos a cabo diferentes tipos de actividades cardiovascular, nuestro cuerpo también se somete a un enorme esfuerzo a nivel de oxígeno, pudiendo generar problemas a largo plazo. Por ello, y pese a que este tipo de sustancias no lo eliminan directamente, sí cuentan con membranas celulares que acaban favoreciendo a una mayor protección celular ante el estrés oxidativo que vive el cuerpo.
Su importancia también es realmente elevada porque nuestro cuerpo no es capaz de producir por sí solo este tipo de sustancias, sino que requiere de la ingesta de alimentos que la contengan. De hecho, actualmente diferentes estudios recogen que representa entre el 0,1 y el 1 % del aporte energético diario que tiene el cuerpo. Además de diferentes tipos de patología cardiovascular, también permite combatir el cáncer o incluso alarga el envejecimiento de cada uno. También es importante no confundirlo con los ácidos grasos omega 6. Generalmente son muy consumidos y pueden tener acabar teniendo un efecto inflamatorio a largo plazo.
Incluso, el Omega 3 favorece una mejor recuperación muscular reduciendo la fatiga que podemos sentir en las horas y días posteriores a la práctica de un deporte o de un ejercicio físico intenso gracias al efecto contra las inflamaciones y el poder antoxidante del que dispone este tipo de suplemento. Por ello, muchos deportistas elegimos la ingesta de pescado por diferentes razones. Por un lado, porque cuentan con proteínas que cuentan con un alto valor biológico, pero además también suelen ser ricos en Omega 3. El atún o el salmón son algunos de los alimentos con una mayor concentración. Sin embargo, también podemos encontrar a frutos secos como las nueces, además del aguacate.
Por ello, actualmente también se puede encontrar en forma de suplemento deportivo. Es especialmente importante no saltarse su ingesta por falta de tiempo. En este sentido, aporta un mayor rendimiento durante el ejercicio entregando al mismo tiempo fuentes de ácido alfa linolénico y de EPA y DHA, que favorece a tener un efecto antioxidante y a prevenir diferentes tipos de enfermedades. El aceite de pescado también incluye este tipo de partículas y lo podemos utilizar.
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