¿La Semana Santa es la época del año en la que más engordamos? Así es, ni siquiera en las vacaciones de verano cogemos tanto peso. Hacer deporte antes de la llegada de estas fechas es imprescindible para mejorar nuestra salud.
Por qué engordamos tanto en Semana Santa
Aumentar nuestro entrenamiento antes de estas fechas permite compensar los excesos que, difícilmente, vamos a poder evitar. Son pocos días de descanso, pero intensos, y la existencia de demasiados dulces típicos, encuentros familiares y banquetes pondrán en peligro nuestros buenos hábitos de salud.
En las vacaciones invernales, quemamos calorías protegiéndonos del frío, mientras que en verano bebemos más para hidratarnos frente al calor. ¿Y en Semana Santa?
Dulces con peligro
Las torrijas, las Monas de Pascua, los frutos secos, los buñuelos de bacalao, las cañas de crema, los pestiños con miel y los canutos. Ante el consumo de estos productos tan típicos de Semana Santa, el deporte es el único antídoto.
Además, incrementamos la ingesta de licores y bebidas alcohólicas, como por ejemplo la típica limonada. Asimismo, alteramos nuestras rutinas al comer, los picoteos entre horas, los tapeos y los piscolabis se tornan recurrentes.
Por ello, debemos actuar con prevención y anticipación antes de estos días asumiendo un plan de entrenamiento más exigente e intenso, así como dietas preventivas que contribuirán a que lleguemos a Semana Santa con algún kilo de menos. De este modo, se compensarán antes los excesos y estas vacaciones no se convertirán, posteriormente, en un vía crucis para nuestra salud.
Cómo activarnos en Semana Santa
Una buena forma de cuidar nuestro estado físico en estas fiestas es participando como procesionario o costalero en sus celebraciones. Ser costalero no es fácil, desde luego, y deberemos adquirir la forma y la técnica necesarias para poder hacerlo, lo cual no se puede improvisar en unas horas.
Sin embargo, acompañar a las procesiones implica largas caminatas y, como bien sabemos, andar es uno de los deportes más saludables que existen, especialmente a partir de ciertas edades.
Si realizamos estas largas caminatas a diario, estaremos llevando a cabo un gran plan de deporte.
Las sentadillas son otro entrenamiento altamente interesante para estas fechas. Hacer una serie de 10 y, a continuación, realizar círculos con los brazos es estupendo. Complementarlo con un trote ligero y repitiendo las sentadillas cada 10 minutos es una interesante opción. En total, 45 minutos de duración estarán geniales.
Al siguiente día podremos probar con cuatro rondas de 20 steps con cada pierna, seguidas de 15 sentadillas, 10 flexiones y una plancha anaeróbica de menos de un minuto. Descansaremos un minuto entre las rondas y, tras la última, correremos o caminaremos al 70 % de intensidad durante 3 o 4 minutos.
Un ejercicio top puede completar nuestro entrenamiento: correremos 1 000 pasos y, después, caminaremos otros tantos al 70 % del ritmo cardíaco. A continuación, dedicaremos 5 minutos a hacer flexiones, sentadillas y abdominales a tope. Descansaremos y volveremos a empezar. Repetiremos el proceso 3 veces.
Y tú, ¿cómo te preparas para la semana santa?
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