Trabajar los músculos por separado y concentrar sesiones específicas de entrenamiento para ellos está muy bien. Pero, como en cualquier deporte, no es bueno machacar a diario las mismas zonas, ni en términos de salud ni en términos de efectividad y rendimiento.
Del mismo modo que en las dietas recomendables la variedad es un factor irrenunciable, el descanso resulta fundamental en la ejercitación periódica. Te presentamos 5 grandes motivos que avalan la importancia de alternar entrenamientos.
5 motivos por los que no debes entrenar los mismos músculos diariamente
1. Equilibrio corporal
Cuando activamos y entrenamos músculos de manera intensiva y continuada, lo habitual es generar una respuesta de crecimiento. Pero la proporción anatómica es bella y, además, saludable. Cuando algunas partes de nuestro cuerpo crecen de manera desmedida y desproporcionada, influyen negativamente en nuestra estética y en el trabajo que deben desarrollar otros músculos cercanos. Piensa, por ejemplo, en esos aumentos de pecho inverosímiles: la espalda y la zona lumbar se ven seriamente perjudicadas y doloridas como consecuencia de ello. Así que trabaja homogéneamente tu desarrollo corporal.
2. Riesgo de abandono
La monotonía suele ser una mala compañera. En la actividad física, anticipa la aparición de fatiga, dolor, apatía y falta de entusiasmo. Ese cansancio físico y emocional no tardará en hacer perder intensidad a tus entrenamientos, capacidad de sacrificio y entrega cotidiana. Por ello, los resultados se verán mermados de manera progresiva.
Las personas necesitamos descansar para rendir más y mejor. La variedad incrementa la motivación y, según algunos estudios científicos, aporta beneficios comparables a los de la sobrecarga positiva. El riesgo de abandono es siempre superior cuando se entrena igual o parecido.
3. Rendimiento inferior
Ni siquiera es bueno para conseguir lo que en principio se pretende: optimizar el desarrollo y el rendimiento de la zona trabajada. Porque los músculos también precisan descansar para recuperarse. El organismo es sabio: aprovecha esos momentos de pausa para reparar, crecer y fortalecer los músculos trabajados.
Erradicar estos momentos regeneradores es un error de bulto. Los músculos se atrofian y el trabajo realizado no sirve para nada.
4. Pérdida de oportunidades
Las matemáticas no fallan. Si dedicas la mayoría de tu tiempo deportivo a desarrollar preferentemente una única zona, otras partes de tu cuerpo van a quedar sin activarse. La práctica deportiva es saludable, lo sabes muy bien. Por eso, dejar sin ejercitar ciertas áreas o hacerlo deficientemente según lo recomendable, supone perder la oportunidad de mejorar física y saludablemente.
5. Más riesgo de lesión
Diferentes estudios avalan la tesis de que el exceso de trabajo deportivo y los sobreesfuerzos musculares, con muy poco tiempo de recuperación, conllevan un incremento de las lesiones.
Tus tendones, por ejemplo, necesitan descansar. Conectan los huesos con los músculos y, cuando estos últimos aumentan, presionan a los tendones, los cuales precisan adaptarse a su nueva situación. No permitir este proceso gradual los pone en serio peligro.
Asimismo, al seguir explotando músculos fatigados, lo habitual es que la técnica se descuide y el riesgo de lesión se multiplique.
Así que no lo dudes: evita trabajar los mismos músculos cada día sin recuperarlos con descanso. Cuéntaselo a tus conocidos para evitar este error más que frecuente.
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