El desenlace del verano no tiene por qué poner fin a la práctica del deporte al aire libre. Se abre la temporada de estaciones de montaña y pistas de hielo para ofrecer múltiples posibilidades con las que mantenerse en forma mediante un entrenamiento completo y, en muchos casos, divertido.
Cada año, las pistas de esquí españolas reciben a unos 5 millones de usuarios. Pero antes de lanzarse a la nieve, hay que tener en cuenta una serie de consejos. El frío puede ser un enemigo para la salud de la musculatura. Llegar a la temporada con una preparación básica es muy importante cuando nos enfrentamos a un ejercicio intenso. Y calentar antes de salir a la pista es una obligación para favorecer el riego sanguíneo y soltar los músculos. Fibras y tendones son más propensos a lesiones, y precisan de un trabajo de base en el gimnasio y estiramientos previos.
También hay que hacer especial incidencia en dietas equilibradas en calidad y cantidad. Y es preciso complementar la alimentación con la ingesta de hidratos de carbono, pues en condiciones extremas se realiza un mayor consumo de glucosa y glucógeno.
El entrenamiento en nieve y hielo
El esquí y el snowboard
Son las estrellas del invierno. En cualquiera de sus modalidades, son deportes muy completos que permiten trabajar la coordinación, la flexibilidad y el equilibrio. Y en una hora de entrenamiento intenso de snowboard, se pueden quemar más de 1200 calorías. Se desarrollan especialmente los músculos del tren inferior. Aunque en modalidades como el esquí alpino, también existe un fuerte apoyo de los brazos. Las zonas que más se deben trabajar van de los cuádriceps a la espalda, pasando por glúteos y abdominales.
El hockey sobre hielo
Es otra de las disciplinas con más adeptos en España. Hay que trabajar especialmente las piernas. Pero también requiere de una gran destreza en el manejo del stick, por lo que conviene realizar entrenamientos para fortalecer los brazos.
El patinaje
El patinaje tiene muchas variantes, siendo las principales el patinaje artístico y el de velocidad. Como cualquier otro deporte de deslizamiento, las piernas son el punto fuerte a desarrollar.
El curling
Este deporte basa su funcionamiento en la fortaleza del tren superior. Sin descuidar la coordinación en las piernas, esta práctica requiere una gran destreza en el lanzamiento de las piedras, por lo que el trabajo de brazos y espalda cobra más importancia.
Los descensos con trineo en bobsleigh, luge y skeleton
Estos, necesitan una gran pericia y concentración para batir el cronómetro. El entrenamiento suele ser bastante global.
El mushing
En disciplinas como el mushing, o transporte con perros de tiro, se desarrollan habilidades de coordinación y conocimiento del medio. Pero también es necesario que el deportista disponga de un gran fondo físico para afrontar largos recorridos.
El snow polo
El snow polo comparte características físicas con el hockey. El juego consiste en empujar la bocha hasta la portería contraria sobre una pista de nieve compactada o hielo. El entrenamiento debe ser de carácter general.
En España existen infraestructuras para la práctica totalidad de estas disciplinas pero, ¿están suficientemente extendidas en nuestro país? ¿De qué manera se debería fomentar la práctica del deporte de invierno?
Sin comentarios