A todos nos ha pasado alguna vez: en algún momento mientras estamos practicando deporte, se nos montan los músculos. También puede pasar en sesiones cortas pero intensas, y da igual el nivel del deportista. En los primeros partidos de la temporada es habitual ver futbolistas acalambrados en los últimos minutos del choque. Es algo común en los gemelos o los isquios, pero nos puede pasar en cualquier músculo del cuerpo, aunque no es peligroso para la salud. Eso sí, hay que diferenciar entre estos calambres y las contracturas.
¿Por qué pueden aparecer los calambres al llevar a cabo un entrenamiento?
Hay varias razones que explican la aparición de este problema, que puede producirse mientras hacemos deporte pero también cuando estamos en reposo. Entre las causas más habituales para que se monte el músculo están la falta de oxígeno, la acumulación de electrolitos, un esfuerzo excesivo, el sobrestiramiento o la irritación nerviosa. Cuando el músculo debe soportar un esfuerzo intenso en el ejercicio, la escasez de oxígeno o la acumulación de desechos metabólicos causan un espasmo que produce el calambre.
Se produce una señal nerviosa que lleva a cabo una contracción muscular. La señal nerviosa crece, se extiende y, finalmente, la fibra muscular se contrae. Normalmente, la moneda de cambio energética del cuerpo -ATP- es la que produce la contracción del haz, pero, al no tener energía ATP, el movimiento es incompleto y eso da lugar a la contracción involuntaria. El sobresfuerzo muscular también puede dar paso a una contracción refleja muscular, donde el músculo se acaba montando.
Un caso a parte son los músculos que se montan en reposo. El calambre se puede producir después del entrenamiento y, aunque no está confirmado al 100 %, se estima que estos calambres se asocian a la fatiga de las fibras musculares. Aunque en cierto modo son problemas similares, un músculo montado y una contractura muscular son cosas distintas. El calambre es algo pasajero, las contracturas duran bastante más tiempo.
Qué hacer si se nos monta el músculo
Aunque no sea un problema grave, cuando se nos monta el músculo debemos dejar de hacer ejercicio y tratar el calambre. En la mayoría de casos será suficiente con parar la actividad deportiva y hacer estiramientos pasivos, que ayuden al músculo a volver a su estado original.
A parte de estirar, también podemos hacernos un automasaje que ayude a mantener la musculatura relajada, lo que debería mejorar el riego sanguíneo. A medida que llegue la sangre al músculo, este recuperará su estado original. Debe ser un automasaje suave y podemos repetirlo el día siguiente.
Cómo prevenir los calambres
La mejor forma de evitar que se monten los músculos es la prevención. Por una parte, una buena alimentación a partir de dietas saludables y una correcta hidratación, tanto en forma de agua como de bebidas isotónicas si tenemos tendencia a sufrir este tipo de problemas, ayudan a proporcionar a la musculatura la energía necesaria para funcionar sin problemas. Por otra parte, estirar y calentar bien antes de hacer deporte activa los músculos. Esperamos tu aportación sobre el tema en los comentarios.
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