No importa cuándo se practica, si poco, de forma regular o más de lo que se debería. El deporte en general, y el running en particular, implica ir aumentando los desafíos que uno se marca. Sin embargo, pueden aparecer dudas y preguntas sobre las acciones convenientes que hay que llevar a cabo para asegurarnos de no repetir rutinas poco recomendables. A continuación, planteamos soluciones a aquellas preguntas que todo runner se ha hecho a sí mismo alguna vez y para las que quizás no haya encontrado aún respuesta.
Problemas que pueden aparecer en una carrera
Dolor de estómago y flato
Uno practica su rutina durante un tiempo para participar en la carrera. Mejora sus medias, sus tiempos y su forma. Ha estado cuidando las dietas en los días previos a la cita. Los nervios están instalados momentos antes de que empiece. Aunque la ilusión y las ganas de hacer un buen papel los camuflan. La carrera empieza. Todo va bien. Pero de pronto aparecen unos pequeños dolores de estómago. ¿Qué hacer?
Lo primero que hay tener en cuenta si estos dolores se dan durante la carrera es dirigirse a los puntos de baño que la organización haya puesto a lo largo del recorrido. Por tanto, es recomendable cerciorarse el mismo día y conocer su ubicación. Tener controlados estos puntos puede salvarnos de un imprevisto.
¿Por qué aparecen estos dolores? Aunque el runner haya cuidado las dietas y haya hecho su ejercicio de forma regular, es posible que haya probado los días previos o el mismo día de la carrea algún producto (galletas, geles, bebidas) que no suele ingerir y que no le ha sentado bien. No conviene hacer pruebas en la víspera o en el desayuno del día de la cita. Para evitar sustos como el dolor de estómago es recomendable seguir con la rutina habitual de alimentación.
Si apareciera un ataque de flato, la principal recomendación es parar durante unos pocos minutos y recuperar la respiración. También se puede reducir el ritmo y respirar de una forma pausada.
Pies con ampollas durante la carrera
Es un día especial y es natural querer estrenar nueva equipación. Lucir las mejores galas en el acontecimiento al que tanto esfuerzo ha costado llegar. Nuestra camiseta transpira, el pantalón no aprieta pero de pronto percibimos ampollas en los pies. Ante este inconveniente, la mejor recomendación es no estrenar zapatillas ni calcetines en una carrera. Cuánto más cómodo y acostumbrado se esté a los accesorios, mejor. Es preferible que las zapatillas ya estén usadas y que el pie esté acostumbrado a su pisada.
Por lo general, las ampollas se suelen producir con un calzado nuevo, durante los ejercicios preparatorios y no en la carrera. Nuestra salud está en juego. Si se diera el caso de que la ampolla hace acto de presencia durante el recorrido, uno mismo debe evaluar el grado de dolor y si debe o no abandonar la carrera. Una ampolla puede obligar al runner a modificar la pisada para evitar el dolor y esta modificación puede acarrear problemas mayores como dolores en articulaciones, músculos o huesos.
Deshidratación durante la carrera
Somos agua y el agua es vital para un runner. Hidratarse bien durante los días previos a la carrera y durante la misma resulta de vital importancia. Es recomendable beber todo lo que el cuerpo reclama , tanto en el entrenamiento como en las carreras. También es necesario vestir la ropa adecuada. Usar ropa gruesa o más de la que se requiere puede provocar sudar más de la cuenta y derivar en un golpe de calor. Observar el clima y la temperatura, así como beber agua o las bebidas isotérmicas a las que se esté acostumbrado resulta determinante a la hora de encarar una cita tan exigente y prevenir una deshidratación.
Recordemos que una mala hidratación durante una carrera puede desencadenar mareos, espasmos o incluso desmayos. Beber pequeños sorbos de agua durante las horas previas al inicio de la cita, tomar provisiones en los puestos de avituallamiento o incluso usar pastillas de sales contribuirá a evitar una deshidratación.
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